Última actualización: 18 noviembre, 2021
¿Te imaginas que un día todos los habitantes del mundo se despiertan y se convierten de repente en veganos? Los antiguos amantes de la carne y apasionados del queso se rinden ante sus anteriores deseos de consumir productos animales. Existe una voluntad colectiva de dejar de tener animales cautivos en granjas y zoológicos y también de usar artículos de cuero, lana y seda. Tampoco está permitido probar todo tipo de cosméticos y productos químicos en animales.
Sabemos que suena fuera de esta realidad, aunque seguramente es el objetivo de muchos veganos, acabar con el sufrimiento de los animales por parte de los humanos. Por lo tanto, hoy nos preguntamos: ¿Qué pasaría de verdad si todas las personas del mundo se hicieran veganas?
¿Podría el veganismo universal salvar el mundo?
A todos nos gustaría pensar que el veganismo masivo crearía instantáneamente un mundo lleno de amor y compasión. Un mundo libre de contaminación y que el cambio climático se revertería. Pero la realidad por desgracia no funciona así.
Tenemos numerosas industrias interconectadas y sectores económicamente interrelacionados que dependen en parte de los animales. Por lo tanto, ¿cabe la posibilidad que, si mañana todos paráramos de consumir productos animales, tuviera muchas consecuencias negativas?
En este post intentaremos pintar un cuadro de un mundo totalmente vegano. Evaluaremos las diversas implicaciones, tanto positivas como negativas, examinando las consecuencias medioambientales, las económicas y algunos de los muchos aspectos prácticos.
Por ejemplo, ¿Qué pasaría con los 70 mil millones de animales terrestres que se estima que se crían y matan para la alimentación humana cada año? O ¿Cómo seguiríamos avanzando en el campo de medicina donde las pruebas en animales hoy en día son lo habitual?
La idea que todo el mundo se vuelva vegano de repente es claramente hipotética y es verdad que no va a ocurrir pronto, por desgracia para nosotros. Por ello, en este post solo queremos mencionar algunos temas sin profundizar mucho. Está claro, que nadie puede saber que va a ocurrir definitivamente, pero esto es lo que creemos que podría ocurrir en un mundo totalmente vegano.
¿Cuáles serían las implicaciones medioambientales del veganismo masivo?
Hoy en día a menudo escuchamos hablar sobre el calentamiento global y las emisiones de GEI (gases de efecto invernadero).
Según un estudio publicado en Nature Food, las emisiones de GEI (gases de efecto invernadero) relacionadas con la alimentación representan alrededor de un 34% de todas las emisiones de GEI.

En otra investigación llevada a cabo por los científicos de la Universidad de Oxford se ha estimado que si todo el mundo se volviera vegano en 2050 podríamos reducir en un 70% las emisiones relacionadas con la alimentación.
Por tanto, una reducción del 70% de las emisiones relacionadas con la alimentación supondría potencialmente una disminución del 24 % de las emisiones globales de GEI.
Evidentemente, se trata de una cantidad importante de GEI que no se emitiría a la atmósfera. Aunque esto no sería suficiente para detener el calentamiento global por sí solo, sería un paso importante en la dirección correcta.
Reforestación y nuevos bosques

Otro de los beneficios potenciales del veganismo masivo sería que el terreno que actualmente se utiliza para la ganadería podría reutilizarse.
Según el estudio del Banco Mundial, alrededor del 80 % de la Amazonia deforestada se ha convertido en pastos para el ganado.
Desde el año 1970 hemos perdido aproximadamente 810 mil km2 del bosque de la Amazonia solo en Brasil. Esto supone casi 650 mil km2 que se han convertido en pastos de ganado. A modo de comparación, España tiene una superficie total de unos 500 mil kilómetros cuadrados.
Si se gestiona y financia adecuadamente, esto podría convertirse en una gran ventaja. Por una parte, podríamos reducir las emisiones de carbono y por otra parte absorber parte del dióxido de carbono de la atmósfera a través de nuevos árboles, raíces y el suelo.
Es un tema interesante que exponen en el documental “Besa la Tierra: Agricultura regenerativa” (“Kiss The Ground”). Si no lo has visto, te aconsejamos verlo.
El regreso de la vida silvestre
Con el cambio al veganismo masivo, acabaríamos con la necesidad de destruir cada vez más terreno, la flora y fauna para crear espacio destinado a la ganadería.
Para ser justos, la destrucción del hábitat también puede producirse para crear espacios de cultivo destinados a la producción productos como aceite de palma o soja. Por tanto, sería necesario revisar las prácticas agrícolas en general.
No obstante, habría mucho espacio nuevo disponible que se utilizado anteriormente para la cría de animales y que se podría aprovechar como zona de cultivo de todo tipo para consumo humano, ya que es mucho más sostenible.

La naturaleza no sólo prosperaría en la tierra, también lo haría en los océanos, donde volvería la biodiversidad. Sin la pesca masiva y todo el daño ambiental que esta produce, los mares volverían a ser abundantes.
¿Qué pasaría con todos los animales en un mundo 100% vegano?
Cada año se sacrifican miles de millones de animales para obtener alimentos y otros productos para uso humano.
Para poneros en el contexto, aquí están algunas cifras sobre el número de animales terrestres sacrificados en el año 2018 para la alimentación. Estas cifras han elaborado faunalytics.org que se han basado en las cifras de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (ONUAA).
- Vacas – 300 millones
- Cabras – 530 millones
- Ovejas – 570 millones
- Cerdos – 1.5 mil millones
- Pollo – 69 mil millones
A estas cifras deberíamos añadir los animales acuáticos. En este caso, los números son tan grandes que se informan en millones de toneladas en lugar del número individual de, por ejemplo, peces.
Según el informe del 2020 sobre el estado mundial de la pesca y la agricultura de la ONUAA , la producción de la pesca de captura a nivel mundial alcanzó el récord de 96,4 millones de toneladas.
La vida marina puede recuperarse
Imaginemos ahora que pasaría si la matanza cesara de repente.
En el caso de los animales marinos, la situación sería sencilla: simplemente los dejaríamos en paz.
Entonces las poblaciones de peces prosperarían, la biodiversidad aumentaría, los hábitats se rejuvenecerían y los océanos estarían repletos de vida sin tener ningún efecto negativo perceptible para los humanos.
De hecho, el ecoturismo ganaría un gran impulso.
Un mayor número de peces y otras criaturas marinas probablemente llevaría a un boom de delfines, ballenas y tiburones. Por ello, podrían hacerse muy atractivas las excursiones, gestionadas de forma responsable, en barcos, botes con fondo de cristal e incluso submarinos.

Un aqua-safari submarino para ver la vida marina en estado salvaje sin alterar su hábitat, atraería a muchos, una vez cerrados los acuarios y los centros de vida marina.
Animales de granja: ¿Sacrificados o cuidados?
Sin embargo, la historia es diferente para los animales terrestres.
Hoy en día, matamos a miles de millones de animales mucho antes de que mueran por causas naturales para obtener carne u otros productos.
¿Pagaríamos a los ganaderos para que no mataran a sus animales y los dejaran vivir en sus granjas?
Seguramente, muchas granjas no se considerarían hogares adecuados para que los animales vivieran allí, por tanto, habría que construir y dotar de personal a miles, sino millones, de santuarios para animales.
Aun así, es probable que esto nunca fuera suficiente para albergar a todos los animales en el escenario de veganismo mundial.
Entonces, inevitablemente, algunos animales serían sacrificados por los ganaderos que a su vez se enfrentarían a la pérdida de su medio de vida.

Otra opción sería liberar a los animales y dejarlos en la naturaleza. Quizás en algunas partes del mundo, es probable que algunos animales sobrevivan y prosperen. Sin embargo, los animales de granja tendrán una capacidad limitada a sobrevivir en cualquier tipo de entorno salvaje. Sobre todo, porque muchos animales han sido creados selectivamente para maximizar la cantidad de carne que producen.
Por ejemplo, muchos pollos de engorde (criados para carne) tienen un ritmo de crecimiento tan rápido que los sacrifican habitualmente por su carne antes de los 50 días de vida. Las posibilidades de que estas aves voluminosas y de patas débiles sean capaces de eludir a un zorro en la naturaleza son escasas.
¿Podrían los santuarios hacer frente a la situación?
De los animales alojados en santuarios, es probable que la mayoría serían esterilizados para evitar su reproducción. Esto plantea algunas cuestiones éticas serias.
Dado que muchas razas sólo existen para producir carne, es posible que se decidiera que algunas de ellas se extinguieran.
Habría muchas personas que trabajarían o serían voluntarios en santuarios, pero el gran número de animales que actualmente estén cautivos en las granjas sería excesivo para gestionarlo. Habría que tomar decisiones difíciles.
¿Quizás podríamos plantear a hacer un último sacrificio masivo y la posterior venta de la carne? Se recaudarían fondos para los ganaderos que perdieron sus ingresos y se resolvería el problema de tener que cuidar a miles de millones de animales hasta que murieran por causas naturales. Pero quizás no haya demasiados veganos que puedan soportar esa opción. Sin embargo, un pragmático podría sugerir que esta opción sería más humana que algunas alternativas.
¿Cerrarían los zoológicos en un mundo totalmente vegano?
En teoría sí. Los zoos, los centros de vida marina y otros lugares de este tipo sí cerrarían.
Pero ¿Cuáles serían las consecuencias para los programas de cría de especies en peligro de extinción apoyados por los zoológicos? ¿Y cómo conocerían los niños de primera mano a los animales que nunca encontrarían en la naturaleza?
Los safaris bien gestionados en los que la gente pudiera ver a los animales en su entorno natural prosperarían sin duda en un mundo vegano. Con una mayor biodiversidad y la renovación del hábitat, es probable que haya incluso más vida salvaje en muchas zonas del mundo.
Muchas de las actuales tierras de pastoreo podrían convertirse en hábitats adecuados para una serie de flora y fauna. En este escenario tendríamos muchas oportunidades para el ecoturismo compatible con el veganismo.

Hemos planteado un escenario donde el mundo entero se volvería vegano de un día para otro y algunas de las consecuencias positivas que esto podría tener para el medioambiente y otras no muy agradables para los animales terrestres.
Sabemos que la posibilidad del veganismo universal es remota y que la mejor manera de llegar a nuestro ideal de mundo es hacerlo paso a paso.
Sin embargo, este cambio gradual ya se está produciendo. Cada vez hay más personas que se dan cuenta de los beneficios potenciales para el medio ambiente, animales, la salud de las personas y potencialmente la economía. Así que compañeros, ¡vamos por un buen camino!
En la segunda parte vamos a hablar sobre que implicaciones tendría el mundo totalmente vegano para la salud humana, las enfermedades y las pruebas médicas. Puedes seguir leyendo aquí.
Esperamos que este post te ha resultado útil. Puedes encontrar más información relacionada en nuestro blog, te invitamos a que le eches un ojo o dejes un comentario más abajo.
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